Traumatólogos de cadera y columna

¿Dolor en la ingle o en la espalda que no cede y limita tu movilidad?

Contamos con especialistas en traumatología y cirugía de cadera y columna que evaluarán tu caso de forma precisa para identificar la causa del dolor. Queremos ayudarte a recuperar la movilidad, aliviar las molestias y mejorar tu calidad de vida.

¿Sufres alguno de estos problemas en la cadera o columna?

Ante estas patologías o cualquier otra molestia, consúltanos. Nuestros especialistas pueden valorarte y ofrecerte la mejor solución.

Si padeces molestias persistentes en cadera o columna,
no lo ignores

Pide cita para que uno de nuestros traumatólogos especialistas en cadera y columna valore tu caso. Un diagnóstico temprano aumenta las opciones de tratamiento conservador o mínimamente invasivo, acelera la recuperación y evita que el dolor se cronifique.

El 90% de nuestras citas son en menos de una semana

¿Dolor de ingle y limitación al caminar?

Dolor de cadera por artrosis

La artrosis de cadera es un desgaste progresivo del cartílago que recubre la articulación entre el fémur y la pelvis. Con el tiempo, este deterioro provoca fricción entre los huesos, generando dolor, rigidez y pérdida de movilidad, lo que puede dificultar actividades cotidianas como caminar o agacharse.

El dolor se localiza en la ingle y, a veces, irradia hacia la parte anterior del muslo, la rodilla o la nalga.

Suele activarse con movimientos como la flexión o las rotaciones de cadera —por ejemplo, al subir escalones, cruzar las piernas o vestirse—.

Con el tiempo aparece rigidez tras el reposo y limitación para caminar o realizar gestos cotidianos como ponerse los calcetines.

Comenzamos con una exploración clínica dirigida, utilizando maniobras como McMurray y Apley para reproducir el dolor y detectar bloqueo. Si persiste la duda diagnóstica o necesitamos definir la extensión de la lesión, solicitamos una resonancia magnética, que confirma el diagnóstico y precisa el alcance para planificar el tratamiento.

De inicio optamos por un enfoque conservador: control del peso, modificación de actividades, fisioterapia y, en casos seleccionados, infiltraciones (corticoides, PRP o ácido hialurónico) para “ganar tiempo”.

Cuando el dolor y la limitación son severos, la opción es la prótesis de cadera (total o de superficie), que mejora el dolor, la función y la calidad de vida.

Las prótesis pueden ser cementadas o no cementadas y fabricadas en titanio o aleaciones, según la calidad ósea del paciente. El ingreso habitual es de 2 a 4 días y la recuperación permite empezar a caminar pronto, con progresión guiada.

¿Dolor lateral de cadera al tumbarte de lado o al vestirte?

Dolor en el costado de la cadera o trocanteritis

Dolor en la cara lateral de la cadera a nivel del trocánter mayor, que puede intensificarse por la noche o al apoyar el costado, y en algunos casos se asocia a una sensación de roce o chasquido en la zona.

El síntoma más frecuente es un dolor lateral de cadera que se intensifica al caminar, subir escaleras o al estar tumbado sobre ese lado, especialmente por la noche.

También puede notarse rigidez o molestia al vestirse o levantar la pierna, y en algunos casos una sensación de chasquido o roce repetitivo en la zona trocantérea.

Si no se trata, el dolor puede volverse persistente y dificultar actividades cotidianas como caminar o dormir de lado.

Realizamos un examen físico con pruebas de estabilidad (Lachman, cajón anterior, etc.). Lo complementamos con resonancia magnética para confirmar el grado de lesión y valorar estructuras asociadas como meniscos, cartílago y ligamentos laterales.

De inicio, el manejo es conservador: reposo relativo, fisioterapia, antiinflamatorios, estiramientos y modificaciones en la marcha. Si la clínica persiste más de 6 meses sin mejoría, valoramos cirugía para resecar el tejido inflamado o liberar tensión en la fascia lata (u otros tejidos implicados).

¿Te duele la espalda y notas rigidez o desnivel de hombros?

Dolor de espalda por escoliosis

es una desviación anómala de la columna vertebral que puede alterar la postura, provocar dolor de espalda y reducir la movilidad. A menudo se manifiesta con un desequilibrio visible entre los hombros o la pelvis.

El síntoma más habitual es el dolor de espalda persistente, acompañado de asimetrías corporales como hombros o caderas desalineadas.

Con el tiempo, puede aparecer rigidez, fatiga muscular y, en casos más avanzados, dolor irradiado o incluso dificultad respiratoria cuando la curvatura afecta a la caja torácica.

La progresión depende de la edad y la causa, por lo que el seguimiento médico es fundamental.

Realizamos una exploración física y análisis postural para valorar la alineación de la columna y la simetría corporal.

Posteriormente, solicitamos una radiografía para medir el ángulo de Cobb —si supera los 10°, se confirma el diagnóstico de escoliosis—.

En casos más complejos o cuando existen síntomas neurológicos, completamos el estudio con resonancia magnética o TAC para analizar la estructura ósea y los tejidos en detalle.

En curvas leves o moderadas, priorizamos fisioterapia específica, corsé ortopédico en niños y adolescentes, y medicación del dolor en adultos.

Indicamos cirugía si la deformidad progresa, existe dolor incapacitante o aparecen síntomas neurológicos; el objetivo es alinear, reducir el dolor y recuperar funcionalidad.

¿Dolor lumbar con ciática o cervical con hormigueo?

Hernia discal lumbar o cervical

Ocurre cuando parte del disco intervertebral sobresale y comprime una raíz nerviosa, provocando ciática (pierna) o cervicobraquialgia (brazo), además de dolor local y rigidez.

El síntoma más frecuente es el dolor de espalda persistente, que puede irradiarse a una extremidad con sensación de hormigueo, entumecimiento o debilidad.

El malestar suele aumentar al toser, estornudar o permanecer mucho tiempo en la misma postura, y mejora con el reposo.

En fases más avanzadas, puede aparecer rigidez, desequilibrio postural o dolor irradiado intenso por compresión nerviosa, lo que requiere valoración especializada.

Empezamos con una exploración clínica y neurológica (fuerza, sensibilidad y reflejos; pruebas como Lasègue en lumbociática). Si los síntomas lo justifican, solicitamos resonancia magnética para ver el disco y la raíz nerviosa afectada. Las radiografías pueden ayudar a descartar otras causas y valorar la alineación vertebral.

De entrada, el manejo es conservador: analgésicos/antiinflamatorios según indicación médica, reposo relativo, fisioterapia dirigida (movilización neural y fortalecimiento del core o la musculatura cervical), y modificación de actividades. En casos seleccionados, pueden emplearse infiltraciones epidurales o foraminales para controlar el dolor radicular.

Si el dolor persiste pese al tratamiento bien realizado, aparece déficit neurológico progresivo (sobre todo pérdida de fuerza) o existen síntomas de alarma, valoramos cirugía. Las técnicas más habituales son la microdiscectomía o la descompresión endoscópica, con el objetivo de liberar la raíz y acortar el tiempo de recuperación funcional.

Equipo experto en tratamiento de
patologías de cadera y columna

Si sientes dolor persistente en la cadera o en la columna no lo dejes pasar. Contacta con nosotros para que uno de nuestros especialistas haga una valoración de tu dolencia. Cuanto antes te pongas en nuestras manos, mejores serán las opciones de tratamiento.

Cuanto antes te atendamos, más fácil será tu recuperación.